El Mueso aumenta sus fondos con los restos humanos descubiertos en las excavaciones del yacimiento de La Corona en 2008. Este hallazgo, fechado en el período Mesolítico, se considera uno de los más relevantes de todo el Mediterráneo europeo y va a permitir conocer detalles de los pobladores más antiguos de Villena.
Tras completar los análisis antropológicos y biológicos llevados a cabo en la Universidad de Barcelona, esta mañana se ha procedido a la entrega de los restos encontrados en el paraje de La Corona. Al acto han asistido, entre otros, el alcalde de la ciudad, Francisco Javier Esquembre, junto a la dirección del Museo y los arqueólogos, Marco Aurelio Esquembre y Javier Fernández. La primera autoridad local ha querido manifestar su compromiso “con la protección y divulgación de nuestro rico patrimonio, que más allá de promocionar el nombre de Villena, abre una puerta al conocimiento y a nuevas cotas de desarrollo y convivencia”.
Los restos fueron exhumadps hace tres años, coincidiendo con las obras del AVE a su paso por el término municipal villenense, a tenor del informe emitido por los técnicos del Museo donde se ponía de manifiesto la necesidad de proteger el yacimiento, descubierto en las prospecciones desarrolladas en 2006 por los técnicos del Museo Arqueológico de Villena. Los restos encontrados corresponden a una mujer de entre 35 y 40 años y un niño de unos 18 meses. La datación por Carbono 14 les otorga una antigüedad de 8.000 años, lo que los convierte en los restos humanos más antiguos de la Provincia de Alicante.
Sin duda es el descubrimiento prehistórico más importante de los últimos 20 años en la Comunidad Valenciana por tratarse de algo excepcional. Este asentamiento al aire libre ocupa una superficie de 2.700 m2 y es uno de los escasos yacimientos del Mesolítico con enterramientos humanos, además de El Collado en Oliva y El Cingle del Mas Nou en Ares del Maestre. En él se han podido identificar estructuras habitables junto a silos destinados al almacenaje.
El interés suscitado por el hallazgo ha hecho posible la participación de diversos equipos de investigación españoles y europeos a lo largo de las diferentes fases: detección temprana del yacimiento, inicio de la intervención arqueológica y estudio de todo lo encontrado. En esta última etapa han colaborado varias universidades de Valencia, Madrid y Barcelona, el MARQ, el CSID y el Max Planck Institute. A través de estas investigaciones va a ser posible conocer los rasgos físicos y genéticos, la dieta, la salud, los ritos funerarios y otros aspectos fundamentales de las últimas poblaciones de cazadores recolectores que habitaron la fachada mediterránea de la Península Ibérica hace miles de años