A lo largo de la Historia todas las culturas han utilizado diferentes formatos y materiales para representar amuletos y figuras protectoras y sanadoras.
En el Museo contamos con varios ejemplos que se remontan a la Prehistoria. En este periodo se fabricaron colgantes en hueso, asta y piedra, e incluso se recogieron rocas antropomorfas o "idolillos" como los que aparecieron en el Cabezo Redondo.Los iberos también nos legaron algunas piezas como el colgante del dios protector de los caballos, hallado en la tumba de un jinete.Los romanos fueron especialmente adictos a creencias esotéricas y fetichistas. Quizás lo mas conocido sean los falos e higas realizados en bronce y cobre.
En la actualidad a pesar del gran desarrollo tecnológico y científico, persisten los iconos y la imaginería. Herraduras, santos, capillas domésticas, estampas, etc., nos proporcionan suerte y protección.